La historia de un oso glotón a quien siempre le crece la panza: cuando come mucha pizza, se le escapa una tremenda flatulencia. ¿Qué puede el pobrecito hacer si a una osa quiere enamorar? Algo en su dieta ha cambiado y, en esto, sus amigos lo han ayudado. ¿Podrá estar feliz y contento con esa panza, que es un portento?