Figura determinante en la caída de Troya, Ulises encarna mejor que nadie al héroe que recurre a la astucia
para resolver las adversidades. Pero es sobre todo en su largo regreso a Ítaca, inmortalizado por Homero en la Odisea,
donde Ulises despliega sus cualidades excepcionales y convierte su periplo en una aventura constante, que también
obliga al ser humano a realizar una reflexión interior. Prácticamente todos los viajes narrados en la literatura
occidental le deben algo a Ulises.