Osito Gruñón y Mary Rose lo hacen todo juntos. Hasta que un día Osito Gruñón se queda atrás.
Está convencido de que Mary Rose volverá a por él. Pero mientras los días se convierten en semanas y las semanas en meses, el pelaje de Osito Gruñón pierde el brillo, sus ojos empiezan a soltarse y su gruñido disminuye de intensidad. Y entonces ¡alguien se lo lleva!
Aunque no es la niña que estaba esperando.