El relato cotidiando de la relación entre una hija y su madre da paso poco a poco a una historia con numerosas capas: la madre que trabaja como obrera en una fábrica textil, sus reivindicaciones e incluso la prisión por su activismo. La vida sigue, cuando madre e hija se reencuentran. Sin proponérselo, con sus libros anteriores, Hay días y Papá y yo Wernicke ha creado una trilogía donde explora las relaciones afectivas.