De manos grandes, brazos largos y cachetes rebosantes, Simón y Pepe son dos niños que se pierden en sus travesuras y llevan al lector con ellos. De la cocina al patio, del día a la noche, nos regresan al secreto de la infancia, a la belleza de las pequeñas cosas. Cerezas es un poema largo, un secreto que todos guardamos en la memoria.