Un libro, con estupendas ilustraciones de la misma autora de Fachadas bogotanas, para aprender, reconocer y paladear algunas palabras del habla bogotana (o al menos familiares para cualquiera que viva en Bogotá). Un libro para niños, para jóvenes y no tan jóvenes. Un libro para saber un poco mejor quiénes somos, de dónde venimos y cómo hablamos.